Τετάρτη 6 Φεβρουαρίου 2019

Arnau de Vilanova


Arnau de Vilanova (h.1237 – 1311/1313) fue acaso el médico más importante del mundo latino en la Edad Media, implicado también en cuestiones políticas y religiosas de su época. Lo que caracteriza sus obras, aparte de su aportación a la cultura y a la ciencia, es un alto grado de superstición.

Desde 1260 estudió Medicina en Montpellier, que fue una de las mejores universidades en la Edad Media, y en 1280 era ya médico prestigioso de la casa real de Barcelona y de la familia del rey de Valencia, Jaime II de Aragón. Desde 1290 fue profesor de la escuela de Medicina de Montpellier. Su fama como médico clínico y su amplia experiencia fueron reconocidas ampliamente en todo el mundo latino de su época y de épocas posteriores.
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El prestigio de que gozaba como gran científico le permitió intervenir en numerosos problemas eclesiásticos que fueron de acuerdo con su pensamiento, si bien fueron problemas desagradables. Vilanova pasó muchísimos años de su vida preocupado por la venida del Anticristo y las ideas que había ido desarrollando acerca del próximo fin de mundo, a causa de las cuales fue excomulgado. La repulsa que provocó a los teólogos su insistencia en tales cuestiones, junto a sus ideas sobre la necesaria reformación de la Iglesia, le costó una campaña muy prolongada con el fin de defender su fama, una campaña que disminuye, aunque no elimina, su labor profesional. Sólo hacia su vejez tiene unos años de calma para dedicarse a sus principales obras en catalán.

Su programa de reforma eclesiástica se halla en una larga serie de obras en latín, algunas de las cuales tradujo más tarde al catalán, y requiere la vuelta a la pobreza y a las Sagradas Escrituras. Su entusiasmo divulgativo lo condujo a comunicar abiertamente su programa, hecho que lo hizo caer en desgracia no sólo ante la Iglesia, sino también ante su monarca Jaime II.

Pero Vilanova debe su fama póstuma, por una parte a sus obras de ciencia y de medicina, cuya mayor parte escribió en latín durante los años que pasó en Montpellier, y por otra a su amplia experiencia como clínico práctico y como profesor. Si bien muchas de las obras que se le atribuyen son, de hecho, de autoría dudosa, fue sin embargo autor de una importante obra médica, que incluye traducciones del árabe al latín, el Regimen sanitatis regem Aragonum, muy de uso en la corona de Aragón, y algunos tratados cortos que alcanzaron una amplia divulgación en toda Europa a lo largo de más de tres siglos: sobre la esterilidad, las sangrías, los venenos, las fiebres, los maleficios, los sueños, etc.

En sus escritos se muestra su conocimiento de los textos clásicos de Hipócrates y Galeno, así como los escritos originales de Avicena. Así pues, le podríamos atribuir una calidad de tipo internacional. Conocedor de textos clásicos a través de la sabiduría árabe, es un hombre con la capacidad de juntar tradiciones y conocimientos; este rasgo, junto con su programa de reforma eclesiástica, hace de Vilanova una figura muy importante para la difusión de una nueva mentalidad, a caballo entre Ramón Llull y la prosa moralizadora.

Arnau de Vilanova también es conocido por haber intercedido a favor de la salvaguarda del Monte Athos, cuando en 1307 llegaban noticias que la Compañía catalana lo había atacado, y convenció a Jaime II de ordenar suspender los asaltos y poner los monasterios bajo su protección. Como dice Rubió i Lluch, “aquesta intervenció de tan alt rei i de tan gran escriptor és una de les pàgines més honroses i interessants de la historia de la nostra cultura”.